Comparto con ustedes esta entrevista que me realizó Carolina Lechado colaboradora de “Puentes Digitales”. Carolina es profesional del sector de la ingeniería de obras públicas, apasionada de la hidráulica y las energías renovables. Pueden consultar la entrevista original en el siguiente enlace:

La transición de la agricultura tradicional a la economía circular es la solución al éxodo rural

Hace 23 años se estableció el 17 de abril como el Día Internacional de la Lucha Campesina, una jornada de acción y movilización global por los derechos de los agricultores. Desde Puentes Digitales hemos querido dedicar este artículo a informaros sobre cuál es la situación actual y qué medidas se pueden y deben adoptar para el auge del sector agrícola, desde un punto económico y social.

Para ello hemos contado con la experiencia de Cristina Tavío, Licenciada en Derecho, Máster de Especialización en Derecho Comunitario y actual Vicepresidenta II del Parlamento de Canarias.

Presentación

Desde el primer instante Cristina nos transmite cómo el binomio sostenibilidad y medio ambiente es un tema que le apasiona y con el que está 100% involucrada. Desde hace un tiempo viene defendiendo que la mejor manera de luchar contra el cambio climático y la desertización de los campos, dos factores que afectan directamente a la agricultura, es potenciar una economía circular y abandonar una economía lineal.

Dentro de su trayectoria profesional Cristina ha desarrollado funciones de colaboración, documentación y asesoramiento en el Parlamento Europeo en Comisiones de Agricultura y Desarrollo Rural, entre otros campos. Durante sus funciones como Directora General de Política Agroalimentaria cabe destacar su participación en reuniones de Coordinación de la Unión Europea, en los Ministerios de Agricultura y Asuntos Exteriores, así como en la Comisión Europea; la gestión general de las subvenciones, programas e instrumentos de la Unión Europea con aplicación en Canarias (subvenciones a las industrias agroalimentarias, estructuras agrícolas y pesqueras, desarrollo agrícola y ganadero, entre otras); y por último papel como miembro de la Comisión de Agricultura, Ganadería, Pesca y Aguas, en calidad de Presidenta durante la VIII Legislatura.



El éxodo rural y la no continuidad de los jóvenes en el sector agrícola

De alguna forma se ha vivido en los últimos años el éxodo de jóvenes que, precisamente por no ver una rentabilidad en el entorno del sector agropecuario, han optado por formarse hacia otros sectores. Desgraciadamente esto hay que lamentarlo, porque la agricultura, como por ejemplo en un archipiélago fragmentado y alejado como el canario, debería de ser una cuestión estratégica.
Muchos campos han sido abandonados por estar las tierras contaminadas debido a un mal uso de productos fitosanitarios, estrés hídrico, falta de una gestión eficiente de los recursos naturales. El cambio climático ha afectado a las cosechas y muchos se han visto obligados a abandonar sus tierras para sobrevivir en otros sectores. Por eso cree firmemente que la clave está en un cambio de visión y metodología para volver a recuperar y fomentar la agricultura que en antaño era la despensa con la que nos avituallábamos.

Estrategias para frenar esta situación

Básicamente se propone un cambio de sistema hacia una economía circular. Cristina viene defendiendo que la mejor manera de luchar contra el cambio climático y la desertización de los campos es precisamente reaprovechando la materia orgánica para usarla como cama en nuestros cultivos. Eso permitiría reutilizar la materia orgánica y recuperar los minerales de nuestros suelos. En el proceso de recuperación de dicha materia orgánica (que sería elaborado por personas relacionados directamente con el sector de la agricultura) se crearían no solo puestos de trabajos, sino que, al tener conciencia de dicha elaboración, se conocería la trazabilidad y composición de con qué productos cubriríamos nuestros suelos, y así evitásemos el exceso de contaminación de estos. Problema que se ha vivido desde hace años, provocando un abandono de los campos, precisamente por un mal uso de productos fitosanitarios y químicos debido a una cuestión de desconocimiento y no acceso a las tecnologías e información de las que disponemos en la actualidad.

Al hablar de separación de residuos, se refiere a ese 40% de materia orgánica que debemos usar como recurso en lugar de desperdiciarlo en los vertederos, reduciendo la acumulación de desechos y por tanto obteniendo una mejor gestión de los residuos.

Si trabajamos por cerrar este círculo o circuito del reaprovechamiento de la materia orgánica, estaremos también haciendo un favor a nuestro paisaje, evitando una desertización de los campos, ayudando a que los terrenos sean más fértiles y, por ende, a que la vida campesina pueda experimentar ese auge que todos deseamos.

Por lo tanto, nos comenta Cristina que para ella es prioritario trabajar en una estrategia de economía circular y por ello ha propuesto un decálogo de medidas para un sistema de recogida separadas, cómoda y accesible para los biorresiduos, y así evitar contaminar esa fracción resto.

En países como Alemania ya hay avances en este campo, utilizando productos no contaminantes que se les aplica a los residuos de materia orgánica para que no produzcan olores y se conserven en un estado que pueda ser reaprovechables. En función del estado en que consigamos reaprovecharla se le puede dar un uso u otro. Es urgente aplicarlo para conservar la humedad en los suelos.
Hay que tener en cuenta que el 40% de los residuos urbanos son biorresiduos. Por lo tanto, no recogerlos selectivamente acelera un 40% la colmatación de celdas de vertido, y eso es algo que no nos podemos permitir.

¿Cuáles son las claves de una economía circular?

Precisamente ha presentado hace poco una interpelación en el Parlamento de Canarias relativa a acciones relacionadas con el cambio climático. Cristina está convencida de que potenciando una economía circular se podrán llevar a cabo acciones concretas que frenen o aminoren las consecuencias del cambio climático. No sólo desde el punto de vista de la salud, ya que produciendo estos productos km0 nosotros, consumiremos productos más frescos y con las vitaminas más intactas, sino que además los tratamos adecuadamente y no les añadimos productos fitosanitarios en exceso.
Es decir, produciendo a través de una agricultura integrada o permacultura o de la agricultura ecológica, estaremos sabiendo y teniendo la certeza de qué es lo que nos llevamos a la boca, tan importante desde el punto de vista de la seguridad alimentaria y salud pública.

De esta manera tomaremos más conciencia de los productos que consumimos y de su trazabilidad, por eso es también estratégico producirlos aquí, creando puestos de trabajos y no teniendo que importarlos. Además de que transportarlos desde lugares lejanos consume recursos, energía y un encarecimiento de su precio.
Acciones futuras

En el caso de Canarias, el boom del turismo ha hecho que mucha gente haya optado por empleos alrededor del sector turístico u otros sectores con mayor rentabilidad, produciendo en los últimos 10 años un abandono del campo. Sí es verdad que ha habido una pequeña regresión, como consecuencia de la crisis económica. También destaca el trabajo de las Escuelas de Capacitación Agraria existentes (Arucas, Tacoronte y Los Llanos de Aridane) junto con la Universidad de Ciencias Agrarias y el Instituto de Investigaciones Agrarias, junto a una serie de instituciones, volcadas en que la gente joven vuelva a apostar por la agricultura.

Pero hay que recalcar que, si a día de hoy estas acciones no las unimos a herramientas de comercialización y a estudios de campos para saber qué productos son los más rentables a la hora de plantar, el auge de esta situación no será posible. Para fomentar la compra de productos desde los supermercados y no importarlos, hay que garantizar un abastecimiento de productos todo el año teniendo una oferta de productos en tiempo y forma. Y ello pasa por invertir en una buena y adecuada planificación en la producción.

Se ha abandonado el campo porque hemos dejado de ser competitivos, por no ser tan rentables como antes. Los costes sociales, laborales, el precio del agua, los costes de los insumos… se han elevado hasta tal punto que se ha abandonado el campo. De ahí que desde las consejerías se deban de centrar en ir buscando los productos que sean rentables para nuestros agricultores.

Es un mundo no exento de riesgo, aunque apasionante, que a día de hoy con las nuevas tecnologías podríamos afrontar mucho mejor que nuestros abuelos. El futuro pasa por unificar el trabajo de campo, es decir, los agentes de extensión agraria y los agricultores tienen que estar perfectamente enlazados y saber en cada momento, antes de plantar cuál va a ser la demanda. Y desde luego las cooperativas agrícolas (muchas han cerrado por una mala planificación y por una inversión no ajustada a la demanda) tienen que trabajar unidas y manejar cifras de lo que se demanda. Y ser capaces de producir en los distintos suelos agrarios repartidos por todo el archipiélago y por cosechas.

Por otro lado, se ha luchado para que los agricultores que estaban en un régimen especial de la seguridad social agraria pasen al régimen general de la seguridad social. Ese tiene que ser el camino. Es verdad que queda aún por hacer en muchos países, pero afortunadamente en España, y especialmente en Canarias, eso ha ido cambiando.
La figura de la mujer en estos retos

Históricamente la mujer en el siglo pasado no podía ni tener tierras a su nombre. Muchas mujeres que se quedaron al mando de explotaciones agropecuarias (ganaderas y de agricultura) tuvieron que malvivir porque no tenían ni la propiedad a su nombre. Afortunadamente hace unos años se aprobó la ley de titularidad compartida, precisamente para que no estuviera como titular exclusivamente el hombre.

Cristina ha instado desde el parlamento de Canarias a divulgar esa ley, para que las mujeres supieran que podían tener esa titularidad compartida con sus maridos. Y a través de las convocatorias de ayuda se ha procurado que esas mujeres que apuestan por el emprendimiento del campo puedan tener algún punto más a la hora de optar a convocatorias de ayuda para poner en explotación esos cultivos.

Conclusiones

Es verdad que aún queda mucho por hacer, pero se está trabajando para que los jóvenes no abandonen el campo y puedan optar a una rentabilidad real. Está claro que esa rentabilidad pasa por la unión entre organizaciones de productores y en agrupaciones de comercialización.

Tenemos que convencernos y convencerlos de que estamos ante un problema y un reto que nos afecta a todos, a los que estamos aquí primero, pero especialmente a las generaciones futuras. De ahí que desde aquí les pida que se sumen a formar parte de la solución y no del problema.
Como diría el gran Félix Rodríguez de la Fuente:

“Todos debemos ir engrosando ese pequeño ejército, ¡que el día de mañana se considerará heroico!, mucho más que los que lucharon con las armas en la mano: el ejército de los que un buen día dijeron que había que hacer algo para proteger a una Madre que no se queja, que nos ha dado todo lo que tenemos, ¡y a la que estamos matando!”