Si yo les contara que existe un centro que lleva más de 17 años formando a alumnos, que sus instalaciones han acogido a más de 400 personas, que se han titulado más de 300, y que muchos de ellos hoy ocupan puestos de responsabilidad en importantes empresas, trabajan en el extranjero, en países como Alemania o Australia, y que otros tantos desarrollan su labor en el campo que se formaron, creo que todos estaríamos de acuerdo en apoyar y aplaudir su cometido.

Y si yo les dijera que está en Tenerife y que, pese a los datos que les he dado, la Consejería de Educación y Universidades del Gobierno de Canarias pretende suprimir de forma unilateral este ciclo superior de Vitivinicultura del IES de La Guancha, ¿no lo considerarían un injusto atropello?

Pues eso es precisamente lo que le he preguntado a la consejera en el último Pleno celebrado esta semana en el Parlamento, porque no entiendo las razones de esta decisión cuando estos estudios son un ejemplo a imitar, a copiar, a impulsar, y no un objetivo a derribar.

Así lo consideran también la Denominación de Origen Ycoden Daute Isora, la Asociación de Viticultores y Bodegueros de Canarias (AVIBO), la DOP Islas Canarias, el Ayuntamiento de La Guancha, pero también más de 600 personas que han firmado la petición iniciada en Change.org, que solicita el mantenimiento de este ciclo.

Permítanme que utilice estas líneas para felicitarles por defender lo nuestro pese a la posición contraria del Gobierno de Canarias, y también quiero agradecerles que me hayan permitido hablar en su nombre para pedirle a la consejera que reconsidere su postura, pues estamos ante una propuesta docente dirigida a un sector en auge y que debería extenderse a otras Islas para apoyar y potenciar la vitivinicultura en Canarias.

Además, hablamos de un centro de referencia, que cuenta con laboratorios y donde los alumnos realizan prácticas en las bodegas y fincas de la comarca. Tienen allí la tecnología más avanzada, que es hoy un ejemplo de innovación en Europa. De hecho, cuentan con un programa de Erasmus plus.

Mientras la consejera vende en los medios de comunicación el modelo vasco de Formación Profesional, resulta que aquí tenemos uno mejor, y más desarrollado, y lo quieren erradicar, cuando lo que deberíamos hacer es tenerlo en cada una de nuestras islas, pues así es como se forman prescriptores de nuestra cultura gastronómica, de nuestras innumerables marcas, de las más de 350 bodegas y multitud de variedades y de los cada día mejores caldos.

En cambio, la Consejería prefiere decir que el cierre es debido a la falta de alumnos y a la falta de empleabilidad. Simplemente excusas, puesto que no se ha dado respuesta ni alternativa a 18 alumnos a los que se les solicitó su documentación para poder cursar estos estudios.

En cuanto a la falta de salidas profesionales utilizan los datos del Observatorio Canario de Empleo, una información sesgada, ya que sólo contempla a los enólogos cuando los titulados están habilitados para desempeñar otras labores como comerciales de vino, técnicos de vitivinicultura, responsables de bebidas en alimentación u hostelería, entre otras.

Y prueba de lo que digo es que más de la mitad de los alumnos del curso pasado han conseguido un contrato en las empresas donde han realizado sus prácticas, incluso antes de acabar sus estudios.

Si se eliminan estas enseñanzas, se eliminan también opciones de formación que permiten a los alumnos prepararse para incorporarse a un sector en auge y con un gran crecimiento en Canarias, por la cantidad de bares, restaurantes y hoteles, donde debemos colocar nuestros vinos.

De corazón espero que la Consejería enmienda su error. Todavía está a tiempo de apostar no sólo por la formación de los canarios, como pilar fundamental para la búsqueda de empleo, sino también por un centro que supone un revulsivo económico no sólo para el municipio de La Guancha, sino para la comarca, para Tenerife y para nuestra vitivinicultura.