En estos momentos en que desde el sentido común se han retomado las relaciones entre Canarias y el Estado, y que ya son muchos los encuentros para la reforma de la parte económica de nuestro Régimen Económico y Fiscal (REF), me resulta oportuno traer a este artículo la obra de José Ramón Barrera y Antonio Salazar “Cómo hacer de Canarias un caso de éxito”, en la que ya hace unos años plantearon la necesidad de caminar hacia un REF de mayor libertad económica y seguridad jurídica.
Pacientes lectores, nadie discute que el turismo es el sector económico más importante y sobre el que pivota nuestro desarrollo y la creación de riqueza. Y esto no lo sabemos desde anteayer sino que lo venimos comprobando los últimos 30 o 40 años.
Lo que quiero compartir con ustedes es que además de apostar por el mejor REF posible desde Canarias, tenemos que coger el toro por los cuernos en lenguas extranjeras, en agricultura, en ganadería, en pesca y alimentación. Porque lo único que nos hará competitivos e independientes como pueblo será apostar por más industria y menos importación.
Llevo mucho tiempo cacareando que tenemos que reforzar nuestra capacidad para hablar otras lenguas o seguiremos importando también mano de obra extranjera. Y es que muchos de los turistas no hablan español y aspiran a conducirse en nuestra tierra sin traductores porque eso les da seguridad.
Casi el 40 por ciento del empleo en Canarias gira en torno al turismo, y en estos años de recuperación económica se ha creado un 7 por ciento más, y todo en este sector. Desgraciadamente, estos puestos de trabajo de reciente creación no suelen estar ocupados por canarios, y no porque no estemos preparados sino porque entre alguien que sólo habla español e inglés prefieren a un europeo que hable 3, 4 o 5 idiomas.
Y no es que esos europeos sean más listos sino que allí desde pequeños mantienen el hábito de ver la televisión en diferentes idiomas y esa es la mejor manera de acelerar la inmersión lingüística. ¿Por qué no adaptar la programación de Radiotelevisión Canaria para permitir añadir la opción de subtitular en lengua extranjera o apostar porque puedan emitir en versión original? Son muchas las iniciativas que he presentado en el Parlamento en este sentido, y no pienso parar.
Esta semana se lo dije a la consejera de Turismo, María Teresa Lorenzo, durante su comparecencia en la Comisión del Parlamento de Canarias. Allí Lorenzo apostó por elaborar un Plan Estratégico para el sector, que incluye en su punto quinto los planes de formación y aprendizaje de lengua.
No tengo la menor duda de la buena intención de la consejera por abordar estos desafíos, ahora bien la formación y los idiomas son dos elementos imprescindibles para esta tierra y no podemos relegarlos a un quinto lugar: tiene que ser una prioridad para este Gobierno.
Lamentablemente la inmersión lingüística en Canarias sigue en la teoría, en los papeles oficiales, pero no en la normalidad de una región que ha sido capaz de fabricar una marca que atrae a más de 10 millones de turistas cada año. Hablamos de una industria que aporta un 31 por ciento a nuestro PIB, lo que la convierte en la primera actividad económica de nuestro Archipiélago.
Estos datos merecen que hagamos un esfuerzo por impulsar medidas encaminadas al aprendizaje de lenguas extranjeras. Hablo de convenios de prácticas en otros países, de intercambios profesionales como el proyecto Comisarías Europeas que fomenta la internacionalización de las diferentes policías de los países europeos mediante intercambios entre los agentes de distintos puntos, por poner algunos ejemplos. Así tendríamos que hacer con profesores, sanitarios y con nuestros alumnos para que sean más los que accedan al Erasmus Plus.
Queridos amigos, aprovechemos si hace falta la reforma del REF para introducir medidas que permitan que el “idioma extranjero” sea una normalidad para todos los canarios.
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