En Canarias hay una veintena de asociaciones que hacen un magnífico trabajo por las mujeres víctimas de violencia de género, y que incluso van más allá y prestan especial atención a los familiares, especialmente a los hijos. Todos Somos Guacy es un ejemplo, y gracias a su labor he podido defender en el Parlamento de Canarias una Proposición No de Ley (PNL) para apoyar a esos menores.
La iniciativa pretende promover desde la Consejería de Presidencia, junto a la FECAM, una modificación de las diferentes ordenanzas municipales con el fin de incluir en el capítulo de exenciones y bonificaciones del IBI la basura, o la plusvalía, y también en las tasas de comedor escolar a los hijos de víctimas de violencia de género hasta que puedan demostrar con ingresos su independencia económica.
Quiero agradecer al resto de los grupos políticos su apoyo a esta causa, así como las enmiendas que han presentado para enriquecer un texto que, más allá de quién lo registre, es un logro de todos. Como aseguré durante mi intervención, es lo menos que podemos hacer por unos niños que han pasado por un verdadero calvario y que encima tendrán que aprender a vivir sin su madre y sin su padre, bien porque este último está en prisión o bien porque también acaba con su vida.
Más de 120 niños se han quedado sin madre desde el año 2013 por violencia de género. Más de 120 menores que han tenido que sufrir este dolor, con el agravante de sentir que son hijos del asesino de su madre. Creo que ya es razón suficiente para que todos nos pongamos de acuerdo y busquemos fórmulas para que su vida sea un poco más fácil, por decirlo de alguna manera.
A lo largo del pasado año son muchas también las actuaciones que se han llevado a cabo desde el Gobierno de España para conseguir una cobertura más amplia y eficaz en el sistema de protección para las víctimas, incluyendo en ella a los hijos y a su familia.
Quiero destacar la Ley Orgánica 8/2015 de Protección de la Infancia y la Adolescencia, puesto que reforma la actual Ley 1/2004 en varios puntos y reconoce como víctimas directas a los hijos de las mujeres maltratadas. Decisión que se refuerza con el hecho de que el homicida no pueda cobrar la pensión que su muerte haya generado y, por tanto, la pensión de orfandad completa pasa a manos de los descendientes.
Por primera vez, España cuenta con una Estrategia para la Erradicación de la Violencia de Género, una hoja de ruta compuesta por 284 medidas dedicadas a la prevención, detección de malos tratos, la sensibilización, la atención personalizada, la coordinación y la asistencia a los grupos más vulnerables, que cuenta con un presupuesto de 1.558 millones.
Entre ellas destaca las destinadas al fomento del empleo, que ha conseguido que los contratos bonificados a víctimas hayan crecido un 58 por ciento, amén de seguir manteniendo las ayudas para atender a las mujeres en situación de inempleabilidad.
Son pequeños pasos que vamos dando para recorrer un camino largo y complicado. Un camino que nunca daremos por finalizado mientras siga existiendo una sola muerte por esta lacra. Mientras tanto, está en nuestra mano ayudar a unos menores que deberían, al igual que el resto de sus compañeros, disfrutar de su infancia y preocuparse sólo de los juegos y de las tareas del colegio.
Gracias, Luz Marina Rodríguez y Ani Fumero, presidenta y vicepresidenta de Todos Somos Guacy, por hacernos partícipes de una realidad a la que se tienen que enfrentar las familias y los menores cuando una mujer es asesinada.
Con iniciativas como la aprobada, estaremos evitando que estos niños se conviertan en adultos de un día para otro a la hora de pagar impuestos como cualquier ciudadano y dejaremos que disfruten de los que deberían ser los mejores años de su vida.
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