“He tenido la oportunidad de estar con usted en momentos muy difíciles. Me quiero quedar con lo bueno. No es infalible pero usted puede mirar a los ojos a los españoles porque ha trabajado por ellos”.

Ana, Ana Oramas, con estas palabras te despedías del entonces presidente del Gobierno de España, Rodríguez Zapatero, en el 2011. Un año en el que 1.400 españoles -también canarios- perdían sus empleos, en el que la recaudación caía en más de 70.000 millones, y en el que había cientos de miles de facturas sin pagar por parte de Gobiernos, Comunidades Autónomas y Ayuntamientos.

Y aún así, preferiste quedarte con lo bueno mientras el Gobierno socialista nos dejaba con lo malo, con un agujero que se puede resumir en una única palabra. Desconfianza. No sólo nos dejaron un déficit de más de 30.000 millones por encima del comprometido, sino que además ocultaron ese desastre a nuestros socios europeos, a los mercados y, lo que es peor, a todos los españoles.

Pero Zapatero había trabajado por los españoles y había que agradecérselo. Entonces, respóndeme, ¿qué ha pasado durante este tiempo para que ahora no quieras reconocer el trabajo del Gobierno del Partido Popular? ¿Qué ha pasado para que ataques día sí y día también a Mariano Rajoy?

No es justa esa actitud tan virulenta contra los dirigentes del PP. Dices que tu partido no va a “pastelear” en Madrid, sino a defender a Canarias y buscar soluciones. ¿Acaso no es lo que hacen mis compañeros diputados? No sé por qué tienen ustedes la manía de decir que son los únicos que trabajan por este Archipiélago.

Te aseguro que mis compañeros del Partido Popular, de cada uno de los 88 municipios canarios, trabajamos por mejorar cada día nuestra tierra. Porque nos duele nuestro campo, nos duelen nuestros sectores productivos, nos duele lo que aquí ocurre. Nos duele nuestra gente.

Decir lo contrario sería muy injusto, ya no para los cargos más representativos como diputados, senadores, alcaldes o consejeros, sino para las decenas de concejales que hoy están en la oposición en los ayuntamientos y que se desviven por mejorar la vida de sus vecinos, de forma altruista, y que por tanto merecen nuestro respeto.

No pretendo darte ninguna lección, sabes que no es mi estilo, pero sí me permito un consejo. Creo que deberías tomar nota de la actitud de algunos dirigentes de CC que practican una política basada en el diálogo y en compartir ideas, en lugar de la crítica sistemática. Se llama lealtad institucional.

Aprender de los alumnos no es malo señora Oramas. Los hechos están ahí y todos podemos comprobarlo. ¿Qué sacó el señor Rivero, antiguo presidente de Canarias, con esa actitud tan bélica e intransigente? Mientras, en solo cuatro meses de mandato, Fernando Clavijo ha hecho precisamente lo contrario y no nos está yendo tan mal.

Seguro que coincidimos en que todo lo que venga para Canarias siempre puede ser mejorable, pero no me negará que ha habido buenas noticias: hablo de los más de 190 millones del ITE, hablo de la partida específica para carreteras, hablo de los 418 millones del Plan de Pago a Proveedores, hablo de los 743 millones que recibiremos de los Presupuestos, y hablo de temas tan importantes como Las Chumberas, por ponerle algunos ejemplos.

Señora Oramas, con todo el cariño y el respeto que sabe que le tengo, haga caso a lo que decía mi abuela: se cazan más mocas con miel que con vinagre.

Querida Ana, conozco tu trayectoria trabajando por Canarias y por una España y una Europa fuertes y cohesionadas, y entiendo que tu ansia de notoriedad te lleve a cometer algún error que, por supuesto, no me corresponde a mí reprobar.

En todo caso, confío en que muchos canarios tengan tan claro como yo lo mucho que se juega nuestro país para seguir avanzando y nos ayuden a seguir trabajando por una #Españaenserio de la que Canarias siempre saldrá beneficiada.