Estas semanas he querido compartir con ustedes este ciclo de artículos en EL DÍA con algunas reflexiones a propósito del Día de Europa. Soy de las convencidas de que en este proyecto nos jugamos mucho más que “perras”, y me explico: Nuestro presente y futuro dependen de la construcción del proyecto comunitario.

Dos décadas después del reconocimiento del estatus de Región Ultraperiférica de la Unión Europea, Canarias está en condiciones de dar un paso más. Es el momento de reinventarnos y crecer, haciendo valer nuestra peculiar ubicación como archipiélago atlántico como una oportunidad.

Se habla de que Canarias debe aspirar a ocupar en su zona de influencia el mismo papel que Dubai y Miami en las suyas, y no es descabellado. Tenemos la seguridad, el sistema sanitario y la capacidad inversora. Tenemos los conocimientos en nuevas tecnologías, energías renovables y servicios de toda índole, como para liderar un proceso de cambio mundial que está mucho más cerca de lo que pensamos, y que tiene a África y a Europa como actores principales.

La Unión Europea y la Unión Africana implican a casi un centenar de países que representan una cuarta parte de la población mundial, con una historia que camina de la mano y un futuro en común. África es el continente que aglutina esas oportunidades que buscamos en Canarias, pero hemos de trabajar por consolidarlo.

Nuestro archipiélago debe estar presente en la reedición de la Estrategia África-Unión Europea, que empezó a edificarse hace diez años en torno a las preocupaciones comunes de dos vecinos que se necesitan.

La crisis de los cayucos de principios de siglo ha dado paso a la conciencia sobre una colaboración necesaria y fructífera. Hablábamos entonces de la tragedia que se vivía a diario en el cementerio azul en que se había convertido nuestro mar, lamentando la pérdida de miles de vidas segadas injustamente, víctimas de la trata de seres humanos.

La situación sigue siendo grave en determinadas zonas del continente vecino, donde se actúa para garantizar la prevalencia de los principios democráticos, atajando los problemas de raíz. La consolidación del Estado de Derecho y la preservación de la paz facilitaran que los flujos migratorios que se produzcan sean ordenados, en busca de mejora y perfeccionamiento profesional, y no para huir de la miseria y buscando libertad.

Desde las Islas podemos contribuir a atajar esas primeras causas de la inmigración irregular, generando oportunidades en origen para una población que va en progresivo aumento, y que necesitará fuentes de energía limpias, servicios sanitarios, educación y hasta un entorno empresarial preparado para tantos desafíos.

El presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani, habla sin tapujos de un “Plan Marshall” para África, y su homólogo en la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, decía recientemente que entre 2018 y 2020, la Unión Europea invertirá 44.000 millones de euros dentro del nuevo Plan Europeo de Inversiones Exteriores, 2.000 millones procedentes del Banco Europeo de Inversiones, y 31.000 millones en ayuda al desarrollo.

Uno de cada tres contratos en el sector público en África proviene de empresas europeas, con España en la vanguardia, aportando el conocimiento de nuestros profesionales, pero también apoyando el crecimiento y el desarrollo en esos países.

Es mucho lo que podemos hacer desde Canarias para proporcionar hacer realidad la tan ansiada consolidación del Archipiélago como plataforma de negocios entre África, Europa y América, haciendo valer una posición geoestratégica única en el mundo. 174 empresas canarias ya están operando con estos países, y aspiramos a que sean muchas más.

Unos 4.000 millones de euros del presupuesto comunitario entre 2014 y 2020 ayudan a las Islas a consolidarse como una oportunidad de futuro para la Unión Europea, casi un tercio del total de los fondos destinados a las Regiones Ultraperiféricas.

Toca trabajar para salvaguardar esa posición, e incluso proyectarla, en el marco presupuestario 2021-2027. África emerge y en Canarias podemos y debemos participar en ese proceso. Haciéndolo externalizamos a nuestros profesionales, exportamos nuestras empresas e internacionalizamos la economía canaria.