“La única Comunidad Autónoma que ha visto incrementado su presupuesto en 2017 es Canarias”. Este es uno de los titulares que hemos podido leer tras conocer el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado. Unas cuentas que pueden definirse como las de la estabilidad tanto política como económica.

El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, afirmó que con ellos se alimentará la recuperación, se fortalecerá el gasto social, se impulsará un empleo público estable y unos servicios públicos de calidad, y permitirá que España vuelva a cumplir con el objetivo de déficit.

Si hoy puede presentar este proyecto es gracias a la política presupuestaria que ha realizado desde el año 2012, y que ha nutrido durante estos cinco años la recuperación que estamos viviendo, y que todavía debemos apuntalar.

El Gobierno ha cumplido con su tarea de elaborar unos Presupuestos, y está cumpliendo con su obligación de buscar los consensos necesarios para que salgan adelante, ya que la estabilidad política y económica solo es posible desde el acuerdo.

Pero esa responsabilidad no está solo en manos del Partido Popular, sino de todos los grupos que entienden que hay que seguir reduciendo la deuda pública, dando prioridad al gasto social y estimulando el crecimiento económico y el empleo. Por eso, resulta fundamental reunir el consenso suficiente para aprobar unas cuentas que son buenas para España, y mucho más para Canarias.

El propio presidente del Ejecutivo Autonómico, Fernando Clavijo, aseguró que estos Presupuestos Generales del Estado son justos con Canarias, y pidió a los diputados canarios presentes en el Congreso de los Diputados que hagan honor a su palabra y los apoyen.

Porque más allá del incremento de inversión de 232 millones, que ya de por sí es una buena noticia al aumentar un 3,2 por ciento con respecto al año anterior, lo significativo de estas cuentas es la desvinculación de las ayudas del Régimen Económico y Fiscal (REF) de la financiación autonómica, que permitirá que contemos con 220 millones al año adicionales en 2017, 360 millones en 2018, y hasta 550 millones en 2019.

Hablamos de una inyección de recursos para los servicios públicos básicos y esenciales tales como educación, sanidad o políticas sociales, por lo que ahora no debe haber excusa para gestionar con eficacia el dinero que el Estado dedica a los canarios.

A estas cantidades hay que añadir los 23 millones para el Convenio de Aguas; los 25 para Vivienda, a los que hay que sumar 2,7 específicos para Las Chumberas; los 10 para Infraestructuras Educativas; los 5 para renovación de espacios turísticos, o los 2 para el Convenio Costas, lo que demuestra el compromiso del Gobierno de Rajoy con esta tierra.

Por no hablar de la inversión destinada a Carreteras que este año alcanza en los PGE los 181 millones de euros, lo que supone un incremento del 86 por ciento con respecto al año anterior, o los 42 millones del Plan Integral de Empleo con incentivos a la contratación de jóvenes menores de 30 años y mujeres y parados mayores de 45 años.

Canarias se convierte en la comunidad autónoma que más crece en inversión pública, sin contar además con los 160 millones de los recursos del IGTE, por lo que ningún diputado canario puede justificar el rechazo a estos Presupuestos, porque sería difícil mirar hacia otro lado y esperar que los demás lo entiendan.

Han sido años difíciles en los que era imposible repartir cuando no había nada que repartir. No nos engañemos, las cuentas mejoran siempre que aumentan las cifras de empleo y las de contratación.

Lo decía hace una semana José María Aznar, en la entrevista que le realizó Bertín Osborne, y el dato es demoledor e histórico para nuestra democracia: desde la Transición había 12 millones de españoles trabajando hasta que entramos a gobernar y durante esos años -entre 1996 y 2004- logramos subirlo hasta 18 millones.

El objetivo ahora es que en 2020 haya 20 millones de españoles ayudándonos a mantener los mejores servicios públicos posibles. Más empleo, más bienestar.