La historia económica de nuestras Islas está unida a la historia de sus puertos francos, que constituyeron un pilar fundamental del desarrollo económico de Canarias durante prácticamente dos siglos. Fue el ministro Juan Bravo Murillo quien refrendaba en 1852 aquel régimen que permitió de alguna forma que hubiera una burguesía comercial, y muchos europeos eligieron nuestra tierra para establecerse y realizar sus transacciones comerciales.

Coincidiendo con la integración de Canarias dentro del Espacio Aduanero Comunitario se hizo necesaria una reforma y fue cuando se crearon tanto la zona franca de Gran Canaria, en 1998, y la zona franca de Tenerife en el año 2006. Por lo tanto, somos más jóvenes, aunque yo diría que realmente llevamos 3 años.

Este sistema es un privilegio para los canarios, una ventaja con mucha historia, una oportunidad que ya quisieran para sí muchos territorios de la Unión Europea. Hablamos de un conjunto de beneficios que, unido a esa simplicidad de la burocracia administrativa y aduanera de los trámites que allí se realizan, las han convertido en un elemento fundamental para la promoción del comercio exterior canario, la atracción de inversión extranjera y la internacionalización del tejido empresarial regional.

Canarias también cuenta con un régimen de baja fiscalidad para la atracción de inversión como es la Zona Especial Canaria (ZEC), un instrumento concebido para atraer capital a las Islas mediante empresas que desarrollan una actividad empresarial, creando empleo en sectores estratégicos para la diversificación económica. Se ofrece, por ejemplo, un tipo impositivo del 4 por ciento en el Impuesto sobre Sociedades, frente al tipo medio del 24 por ciento que se alcanza en los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Es importante recordar que fue hace un año cuando el Gobierno de Mariano Rajoy, el Gobierno de España, seguía cumpliendo con esta tierra y ponía a disposición esta herramienta que convierte a la ZEC en uno de los valores de Canarias como destino para hacer negocios.

Con esta decisión, el Estado renunciaba a ingresos que podía haber recibido por operaciones comerciales con nuestras Islas, además de reformar la ZEC integralmente, pues se ampliaba la vigencia de los beneficios fiscales hasta 2026.

Recordarán que fue el presidente de Grupo Parlamentario Popular, Asier Antona, quien llevó al Parlamento la necesidad de elaborar una estrategia de promoción del Régimen Económico y Fiscal (REF), y por lo tanto de la herramienta más importante, que es la Zona Especial Canaria.

Esta semana, he llevado a esta misma Cámara una Proposición No de Ley para añadir a dicha estrategia a nuestras zonas francas, porque son compatibles con los beneficios de la ZEC. Esto ha supuesto un elemento diferenciador con respecto al resto de zonas francas europeas, posicionando a las zonas francas canarias junto con la ZEC en el mejor conjunto de ventajas fiscales, tributarias y aduaneras de Europa.

Habrá que contarle al mundo entero que estos instrumentos con los que contamos son idóneos para apoyar la proyección de las Islas como plataforma de negocios en el Atlántico Medio, y que además pueden colocar a Canarias en el punto de mira de inversiones internacionales, ya que nuestra situación privilegiada -enclave tricontinental entre Europa, África y América- es cada vez más valorada por empresarios de todo el mundo.

El Partido Popular seguirá reclamando esa estrategia de promoción exterior por parte del Gobierno de Canarias, para después implicar aún más al Estado y a la Unión Europea.

El objetivo de mi iniciativa en el Parlamento, que conseguí aprobar con una mayoría cualificada de diputados -quede por escrito mi agradecimiento a la Agrupación Socialista Gomera, a Nueva Canarias y a los grupos Socialista y Nacionalista-, no es otro que lograr que nuestras zonas francas, la ZEC, Casa África, Gobierno de Canarias, Instituto de Comercio Exterior, y de la mano de nuestro Ministerio de Asuntos Exteriores, trabajemos todos para uno y uno para todos.