El pasado 5 de abril tuve el privilegio de asistir al sextagésimo aniversario de la Cooperativa Agrícola de San Miguel, más conocida como LaCasmi, que se celebró en el Casino de San Miguel justo en el mismo lugar donde en 1959 un grupo de cincuenta agricultores de papas decidieron unirse para comercializar su producto.
Gracias al valor y empuje que ese día tuvieron estos socios fundadores por apostar por una de nuestras más preciadas señas de identidad, LaCasmi se convirtió en la primera cooperativa de papas de Canarias llegando en la década de los setenta a exportar 16 millones de kilos de papas extratemprana entre los meses de febrero y mayo y teniendo como principal destino Reino Unido.
Pero no sólo marcaba el precio de referencia de las papas, sino que además su vino fue el primero que se embotelló en la primera bodega comarcal de Tenerife, por no hablar de sus pimientos que se exportaban desde San Miguel a los puertos europeos más importantes. Todo esto ha hecho de LaCasmi una de las cooperativas de referencia no sólo de esta Isla sino de nuestro Archipiélago.
Quiero desde aquí expresar mi máximo reconocimiento no sólo a esos cincuenta socios fundadores, sino también a todos aquellos que continuaron su labor, a los diferentes consejos rectores, a sus empleados y a todos los que han hecho posible que esta Cooperativa sea un orgullo para todos los sanmigueleros.
No puedo tampoco dejar pasar la oportunidad de reconocer el trabajo que ha realizado su presidenta, Ángela Delgado, licenciada en Biología Agrícola, es hija y nieta de agricultores, y ha dedicado gran parte de su vida al campo canario, lo que la ha llevado también a ser la primera mujer que ocupa la presidencia de la Asociación de Agricultores y Ganaderos de Canarias, ASAGA.
La Cooperativa ha pasado momentos difíciles pero su apuesta firme y decidida por la concentración de la oferta a través del asociacionismo, la visión empresarial de la actividad agrícola y ganadera como un motor más de la economía de las islas y la profesionalización de los productores en la búsqueda de la competitividad han conseguido que siga siendo una fuente fundamental de ingresos para muchas familias.
No en vano cuenta con agricultores tanto del norte como del sur de la Isla. Desde San Miguel, Granadilla, Arona o Vilaflor, con cotas próximas a nivel del mar hasta cotas superiores a los 1.5000 metros de altitud, hasta llegar a La Orotava, Los Realejos, El Sauzal, San Juan de la Rambla y Buenavista.
Tal y como recordó durante su discurso, Ángela Delgado, los valores que defendían los socios fundadores siguen vigentes a día de hoy. Estos agricultores siguen sintiendo la necesidad de estar unidos para trabajar y defenderse juntos y así es como han logrado ser la cooperativa de hortalizas más importante de Tenerife, y la primera de Canarias en producción y comercialización de papas.
Así, las papas que se producen en la Isla se venden a diferentes superficies comerciales y supermercados y actualmente se comercializan entre 7 y 8 millones de kilos al año. Pero no sólo los tubérculos sino también las frutas, las hortalizas y los vinos se han convertido en productos de referencia en la Isla gracias a la labor que desempeñan los más de 600 socios, los 50 trabajadores directos y los más de 3000 indirectos, que día a día siguen luchando por nuestros campos.
LaCasmi es un ejemplo palpable que demuestra que con la unión en la comercialización y en la cadena de producción nuestro campo es rentable y puede ser nuestra mejor y más sana despensa para abastecer nuestras mesas y la de los turistas que nos visitan.
Ojalá que esta la Cooperativa Agrícola de San Miguel siga cumpliendo más años y acometan metas cada vez más altas sin olvidar, como allí se dijo, el camino, la humildad y el esfuerzo de sus fundadores, que día a día, y año tras año, buscaron dar a sus hijos un mundo y un futuro mejor.
Viva LaCasmi.
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