Aunque comprendo perfectamente que a alguno le duela leerlo, la Unión Europea es hoy uno de los lugares del mundo con mejores niveles de protección social y bienestar. Los estados miembros nos hemos marcado como objetivo su garantía y el equilibrio en la distribución de la riqueza, reforzando a las clases medias en regiones como Canarias: Más salario, con más garantías y protección.
Toda Europa se enfrenta a un reto: Los efectos de la crisis siguen siendo notorios y, aunque las cosas han mejorado notablemente, no todas las familias lo perciben. Canarias es un ejemplo de las disparidades que se dan en toda la Unión Europea: Las tasas de desempleo disminuyen, pero muchas personas no perciben un salario digno por su trabajo. Lo peor es que algunos ni siquiera están contribuyendo a la Seguridad Social. No están cotizando.
Ello perjudica a la Seguridad Social o lastra la posibilidad de mejorar las pensiones, y no es justo que nuestros mayores pierdan poder adquisitivo tras años de trabajo. Se suma la baja tasa de natalidad y el consecuente envejecimiento de la población, que se intensificará si no tomamos medidas. África será el continente que rejuvenezca a la aldea global.
Esa tendencia, junto al progreso tecnológico y el auge del sector servicios, está transformando la vida laboral. Nuevos modelos de negocio, economía colaborativa y formas más flexibles de trabajo, ganan importancia mientras se deterioran garantías sociales que una mayoría de europeos queremos defender para todos.
En este contexto, el presidente de la Comisión, Jean Claude Juncker, reclama un giro en las políticas de austeridad, intensificadas desde el Pacto de Estabilidad de 2011. En plena escalada de destrucción de empleo en la Zona Euro, supuso un compromiso hacia los principios de estabilidad presupuestaria y sostenibilidad financiera, con planes de reestructuración, ajuste de sueldos públicos y reformas laborales. El caso español ejemplifica un cambio de modelo en el que sacrificamos mucho.
Sin embargo, el impacto social de la austeridad no ha quedado atrás, y superado lo peor de la crisis, una masa de trabajadores está en la pobreza aunque presten servicio a tiempo completo. Se habla, en consecuencia, de un Derecho Social de la Unión Europea.
La Comisión reclama que la libre circulación de personas, garantía de coordinación comunitaria de la Seguridad Social, venga acompañada de homologación de títulos, mejores condiciones y aseguramiento de derechos.
Tras las Elecciones Europeas de 2014, Juncker expresaba su apuesta por medidas anticíclicas como un plan de inversiones y un reforzado pilar social europeo. El Libro Blanco sobre el Futuro de la Unión y el Informe del Parlamento Europeo sobre las Condiciones Laborales y el Empleo Precario (2017) son contundentes: “Se requieren políticas eficaces para proteger adecuadamente a los trabajadores”.
Los todavía 28 abogan por un trabajo digno, atajar la precariedad robusteciendo ese pilar social, e ir diciendo adiós a la austeridad en lo público, con programas de inversión razonables y fomento del emprendimiento y la conciliación: Tiempos de trabajo mínimo, descansos y permisos de maternidad y paternidad, claves para asegurar las pensiones y fomentar la natalidad.
La definición de “trabajo decente” de la Organización Internacional del Trabajo, sintetiza estas aspiraciones: “Oportunidad de acceder a un empleo productivo que genere un ingreso justo, seguridad en el lugar de trabajo y protección social para las familias, con mejores perspectivas de desarrollo personal e integración social, e igualdad de oportunidades para todos, mujeres y hombres”.
En Canarias contamos con una destacada experta en la materia, la catedrática de Derecho del Trabajo Margarita Ramos Quintana, miembro del grupo especializado creado con este fin, cuyas reflexiones comparto, y a quien escuché en el Acto por el Día de Europa que organizaron el Centro de Documentación Europea y la Facultad de Derecho de nuestra Universidad de La Laguna, junto a la Comisión Europea, Europe Direct y el Consejo Canario del Movimiento Europeo del que tengo el honor de formar parte.
Ojalá acierte Juncker y toda Europa pueda avanzar en garantías sociales para todas y todos. Feliz Día de Canarias.
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