Es bueno recordar, porque la memoria a veces es selectiva, que las mayores subidas en las facturas de la luz se produjeron entre 2004 y 2011, y llegaron a un 70 por ciento. Y es bueno recordar también que el sistema eléctrico en nuestro país llegó a acumular en 2011 -mientras gobernaba el PSOE- una deuda de 26.000 millones de euros.
Y es bueno recordar, porque parece que a algunos socialistas se les olvida este dato y siguen intentando echar por tierra el duro trabajo que realizó el Gobierno de Mariano Rajoy para sacarnos -una vez más- del atolladero en el que ellos nos metieron.
Y es bueno recordar, como dice mi compañero diputado Guillermo Mariscal, que las políticas energéticas no son ni de derechas ni de izquierdas, porque aquí lo que se tiene que buscar es que sean medioambiental y financieramente sostenibles, algo que sí logró el Gobierno de la nación cuando acometió en la pasada legislatura una profunda reforma del sistema.
Y es bueno recordar que cada vez que hablamos de este tema en el Parlamento de Canarias, y ya son muchas, nos da la impresión de que siempre nos vamos a encontrar con la misma situación: un partido político que parece estar trabajando para que las relaciones con el Estado sigan siendo hostiles.
Y yo me niego, porque es bueno recordar que, si hablamos de forma generalizada, basta comprobar los números para entender que el PSOE falta a la verdad. En 2013, el recibo de la luz bajó un 3,1 por ciento, y un 5 por ciento en 2014. Por primera vez en una década hoy hay un equilibrio entre ingresos y costes del sistema eléctrico y en 2015 habrá superávit, lo que se traduce en una disminución del precio para el consumidor.
Y es bueno recordar que, si hablamos del caso concreto de Canarias, no somos sólo nosotros quienes defendemos la labor de nuestro ministro de Industria, Turismo y Energía, José Manuel Soria, sino que también el propio consejero de Economía, Industria, Comercio y Conocimiento del Gobierno de Canarias aseguró en sede parlamentaria que se estaban dando grandes logros en materia energética, y específicamente en el ámbito de las energías renovables, gracias al diálogo con el Estado.
Y es bueno recordar que el señor Ortega apuntó tres casos concretos que pasan por la consolidación del decreto canario 6/2015 que regula la instalación de parques eólicos en las Islas a partir de ahora; por la obtención de condiciones ventajosas para exceder a la retribución estatal de nuevas infraestructuras eólicas; o por el acuerdo para que Canarias quede exenta del pago por el uso de la red en el ámbito del autoconsumo, conocido como el “impuesto al sol”.
Y es bueno recordar que gracias a este diálogo, al entendimiento y a estas medidas, Canarias tendrá una potencia distribuida en 34 parques eólicos que conllevarán inversiones de cerca de 400 millones de euros y un ahorro energético, pues se rebaja en 75 millones anuales el coste de producir electricidad con los combustibles fósiles.
Y es bueno recordar que nuestro Archipiélago recibirá además inversiones energéticas valoradas en más de 800 millones para el periodo 2015-2020 que servirán para nuevas subestaciones y equipos, lo cual representa el 18 por ciento del valor de las actuaciones previstas en todo nuestro país. Unas ayudas que, según recalcó el ministro Soria, obedecen a una cuestión de justicia, dado el nivel de infraestructuras que necesitan actualizaciones para poder evacuar a la red la cuantía en megavatios de energía renovable.
Y es bueno recordar que también el Gobierno de Canarias tenía tarea que hacer para resolver los problemas ambientales de todos estos parques y prefirió perder cuatro años, del 2011 al 2015, y mantener el enfrentamiento político que nos impidió resolver estas cuestiones tan importantes para nuestra tierra.
Y es bueno recordar todo esto para no volver a cometer los mismos errores del pasado y entender que nuestro país necesita de una política energética que mire a largo plazo y aproveche al máximo nuestros recursos garantizando siempre la sostenibilidad medioambiental y financiera.
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