La transparencia y participación de la ciudadanía se han incorporado cada vez con más fuerza a los principios que han de inspirar nuestra actividad en las instituciones. Las modificaciones normativas recientes van ese sentido y nos proporcionan un cauce de información directo y más adecuado a los tiempos que corren.
Es una excelente noticia que este medio haya permitido recabar más de 9.000 aportaciones de entidades, instituciones y ciudadanos al anteproyecto de Ley de Protección y Tenencia de Animales de Compañía en Canarias. Un año después de su presentación hemos podido debatir sobre el texto inicial en el Parlamento autonómico.
El interés que este asunto despierta es un motivo de orgullo para quienes amamos a los animales y hemos incorporado el lenguaje y el compromiso animalista a nuestra acción política.
Son muchas las sensibilidades en juego y no es fácil adoptar un marco legal coherente que satisfaga a todos, pero estamos recorriendo el camino que conducirá a Canarias a reafirmarse como comunidad autónoma amiga de los animales.
Preocupa a los ayuntamientos el conocer qué régimen jurídico se aplicará a los animales dedicados a la caza, como perros y hurones, o los denominados “potencialmente peligrosos”, que merecen el mismo respeto y cariño como seres sintientes. También necesitamos saber cómo se conjugará la protección a los animales con la defensa de la salud pública y el bienestar de los vecinos.
Y, obviamente, es preciso aclarar las competencias de las instituciones en asuntos como la llevanza de registros administrativos, que deberían estar interconectados desde que nuestro cachorro o gatito van por primera vez a pasar revisión a una clínica veterinaria.
Esta medida nos ayudaría a controlar el abandono, lo mismo que las tan necesarias campañas sobre la implantación de microchips, y los periodos en que se ha de desarrollar un proceso que debería estar regulado como lo están las cartillas de vacunación.
Entre las cuestiones más preocupantes está la gestión de los albergues de animales. Nos parece adecuado que la norma siga contemplando la acogida por parte de entidades y particulares, pero no nos parece suficiente, porque sobre estos centros termina planeando siempre el problema de su sostenibilidad financiera.
Seguimos muy preocupados por el presente y futuro de todos estos centros, privados o públicos, que necesitan un compromiso estable de todos, que se aclaren las competencias para su gestión y la financiación de sus servicios.
Es una excelente idea que los cabildos se impliquen directamente, pero un centro para animales no se improvisa en dos días. Muchos están colmatados y en lugares que, por qué no decirlo, no reúnen las mínimas condiciones.
El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, por ejemplo, dedica 140.000 euros al año, divididos en diversos pagos, pero nos consta que otros municipios no son tan puntuales, y esa colaboración es muy importante, pues se siguen abandonando cada año más 2.500 perros sólo en Tenerife.
Como le dije recientemente al consejero de Presidencia, mientras se tramita la ley es urgente impulsar campañas de esterilización y adopción, acciones de concienciación sobre los derechos de los animales, o asegurarnos de su bienestar en el proceso de adquisición? Son sólo algunas de las medidas en las que deberíamos estar perseverando, pues sólo requieren sensibilidad y compromiso político, por lo que hago un llamamiento a las instituciones a implicarse en ellas.
Nuestra comunidad autónoma fue pionera con la aprobación de la Ley 8/1991, de Protección de los Animales, de la que fue ponente el prestigioso jurista y apreciado compañero de quien firma este artículo Miguel Cabrera Pérez Camacho. Queda pedir al Gobierno que se aplique a fondo en culminar los trámites para que esa norma pueda ser aprobada este año.
Agradezco profundamente el trabajo de Yaiza, Daniel, Miriam, Cristo? Todos los que desinteresadamente entregan su tiempo y dedicación a este cometido, asociaciones protectoras que desempeñan una labor impagable, o entidades como la Fundación Neotrópico o los propios integrantes de Protección Civil.
Mi compromiso con ustedes es firme: Conseguiremos entre todos una Canarias cada vez más amiga de los animales.
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